La obra que se plantea como aventura teatral, pretendiendo sorprender y causar gracia no cumple más que con el objetivo de ser una experiencia desagradable.
Partiendo de un juego a través de distintos personajes y un manojo de actores desperdiciados en la tarea de absorberse en un conglomerado de falsos desafíos, la obra llega a aburrir y causar incomodidades.
Aires de surrealismo y crítica social tal vez puedan servir de pretexto para intentar tolerar la función de esta tan particular pieza pero no es fácil tarea cuando se recorre con actitudes despiadadamente chocantes.
La risa surge en el público más atrevido y nervioso generando también un interrogante respecto a lo que es realmente gracioso para una persona.
Lo blasfemo, lo violento, lo despectivo, lo desagradable, lo escatológico, no lo consideramos protagonista humorístico, mucho menos cuando genera disgustos para parte del público.
Debatible propuesta teatral que no recomendamos a ningun público sin la aceptación abierta a cualquier sorpresa.
SAB 21 HS
El Excéntrico de la 18º:
Lerma 420
CAP FED
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