Virginia Kaufman encarna el odioso personaje de Nelly Olson, la mala niña rubia, que atormentaba a la pequeña Laura Ingalls. Con una voz alucinante y sumergida en el apasionante juego de ser la mala, en un grandioso ambiente dado por un piano en vivo bajo la mano de Leonardo Stefoni. Las alocadas canciones dan forma y contenido mostrando la fibra interna de alguien que antes que nada odia, discrimina y maldice como un hecho de vida tan natural como el propio respirar.
Para memoriosos de la década del ´80 que vivieron cada capítulo de la tradicional y tan bondadosa familia del campo norteamericano, es un desafío trasladarlos en el tiempo para recordar algunas de esas maldades que han sobresalido en espectacularidad en dicha época y hoy ver el disfrute en la memoria de la ya adulta Nelly.
Con una interesante y muy completa puesta en escena, vestuario apropiado, proyección en pantalla que permite remitir a ciertas cosas necesarias y crear un espacio artístico muy en sincronía con las esquizofrénicas canciones, que con juegos de sonido y luces ayudan a que se luzca la protagonista. El uso de los elementos escénicos ayudan también a enfatizar el mensaje de cada parte de la obra. Muy buena dirección de Gastón Cerana, una maravilla del circuito off.
Teatro Café Mediterraneo
Tucuman 3378
VIE 22:30 hs
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